• Todo a su debido tiempo •

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La gente afortunada a veces nos produce envidia. Anda por la vida tan fresca, y todo le sale a pedir de boca. Pero, ¿no será que su suerte no es otra cosa que encontrar el momento oportuno? A fin de cuentas, esto puede significar la diferencia entre hacer colas interminables en el supermercado y entrar y salir como si nada; entre pagar de más por un auto y lograr que el vendedor acepte las condiciones que uno ponga. Y más aún: programar bien las actividades mejora nuestra calidad de vida.

«Lo que uno quiere es estar con la familia, no desperdiciar el tiempo haciendo cola para darle mantenimiento al coche», dice J. Davidson Frame, profesor y autor de Managing Projects in Organizations («Manejo de proyectos en las organizaciones»). Si sigue los consejos de nuestros expertos, podrá comprar el calzado más cómodo; contratar técnicos en reparaciones que terminen a tiempo los trabajos sin cobrarle de más, y salir de vacaciones en el momento idóneo del año para no gastar demasiado. ¿No es hora ya de tener suerte?

Concierte las citas con el médico antes de las 9 de la mañana.

Es un hecho: los médicos acuerdan consultas con más pacientes de los que pueden atender. «Programamos cuatro entre las 8 y las 9 de la mañana», dice el doctor Howard Glazer, presidente de un grupo de apoyo a pacientes en Estados Unidos. «Tres de ellos llegan en el transcurso de esa hora, y la idea es que salgan antes de las 9». Pero si se presentan los cuatro, el último se recorre a la hora siguiente y entonces empiezan a encimarse las citas, situación que va empeorando conforme avanza el día.

Compre zapatos por la tarde.

«Lo más recomendable es esperar hasta después de haber caminado durante varias horas para que los pies se hinchen un poco», señala Bruce Saferin, pedíatra y miembro del consejo de la Asociación Médica de Pediatría de Estados Unidos. «Si compra zapatos por la mañana de camino al trabajo, por la tarde se estará preguntando por qué le duelen los pies».

Adquiera un auto nuevo al mejor precio.

En algunos meses los precios de los autos son más accesibles. Por ejemplo, en septiembre y octubre, cuando las compañías presentan los modelos del año siguiente, o en mayo, cuando se acerca el Día de las Madres.

«Los primeros meses del año también son apropiados para adquirir un auto nuevo. Una vez terminado el auge de las prestaciones y las compras de fin de año, las armadoras presentan planes más atractivos para hacer frente a la cuesta de enero», dice Carlos Muñoz, ejecutivo de ventas de la marca Seat en la Ciudad de México.

Asimismo, conviene estar pendiente de las promociones especiales que algunas distribuidoras presentan como ofertas adicionales en accesorios y servicios de mantenimiento.

Contrate técnicos en reparaciones caseras en enero.

Al decir de Kermit Baker, director del programa de remodelaciones del Centro Conjunto de Estudios para la Vivienda de la Universidad Harvard, es mejor hacer las reparaciones caseras cuando los técnicos están menos ocupados. «El invierno es una buena temporada porque disminuye el trabajo. Enero es el mes en que quizá haya más técnicos disponibles y dispuestos a negociar: aún no están tan ocupados y tienen que pagar las cuentas de las fiestas de fin de año».

Empiece los viajes por carretera a las 6 de la mañana.

Eso aconseja Ken Smith, coautor de Roadside America («Estados Unidos por carretera»), quien recorrió 400 mil kilómetros en auto para documentar el libro. «A esa hora, uno está más despierto, hay menos tránsito y puede recorrer unos 300 kilómetros sin detenerse a desayunar. Luego puede uno sentarse a disfrutar un sándwich y un café mientras los demás están atorados en el tránsito».

Vaya de vacaciones a las playas del Caribe en el otoño.

«Entre finales de octubre y principios de noviembre es posible encontrar los mejores precios y el tiempo más disfrutable», dice Paul Niskanen, propietario de una agencia de viajes en Portland, Oregon. «Para entonces, la temporada de huracanes ya casi terminó, hay menos calor y humedad, y los servicios turísticos se ofrecen a precios razonables».

Pida un aumento de sueldo a las 9 de la mañana o a la una de la tarde, a media semana.

«No lo solicite en lunes, porque la gente está ocupada en acabar lo que dejó a medias el viernes», aconseja Stephen Pollan, abogado, asesor financiero y autor de un libro sobre cómo alcanzar las metas. «Tampoco lo pida en viernes: su superior no le pondrá mucha atención. A primera hora de la mañana es buen momento, al igual que después del almuerzo, ya que un jefe satisfecho tiende a ser más complaciente».

Pollan agrega: «Para saber si merece un aumento, hable con patrones y colegas de su mismo ramo. Acuda después con su jefe o supervisor, agradézcale por permitirle desarrollarse profesionalmente y muéstrele cuánto se paga en el mercado a empleados como usted. Luego pídale que reconsidere su sueldo. Difícilmente podrá negarse».

 

Autor: Desconocido
Noviembre 18, 2005.
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